Cebada: cómo cocinarla y usarla en tus recetas

La cebada es un grano milenario cultivado desde hace más de 10,000 años. Su sabor suave y su textura ligera masticable lo convierten en un ingrediente versátil en la cocina moderna.

Este grano es integral, rico en fibra, proteínas, vitaminas del grupo B, hierro y otros minerales esenciales. Además, tiene un bajo índice glucémico, lo que la convierte en una gran opción para controlar niveles de azúcar en la sangre.

Si estás buscando alternativas saludables para tus platos o simplemente deseas experimentar nuevos ingredientes, la cebada es una excelente opción porque aportará sabores y texturas únicas a tus platillos.

En esta nota te explico detalladamente cómo cocinarla, pero lo más importante cómo incorporarla en diversas recetas.

Tipos de cebada

Antes de entrar en detalle sobre cómo cocinar la cebada, es importante conocer que hay dos tipos de este grano disponible:

Cebada perlada: Es la forma más común y se obtiene eliminando la cáscara y parte del salvado. Su cocción es más rápida, pero pierde parte de su valor nutritivo en comparación con la cebada integral.

Cebada integral o descortezada: Conserva más salvado y nutrientes. Su cocción es más lenta, pero el esfuerzo vale la pena por su mayor contenido de fibra y su sabor más profundo.

¿Cómo preparar la cebada más rica?

Cocinar este ingrediente es un proceso simple, pero requiere atención a los detalles para obtener la textura perfecta.

• Independientemente del tipo de cebada que uses, es importante enjuagarla bajo agua fría para eliminar cualquier residuo de polvo o impurezas. Escúrrela bien.
• Es importante tener en cuenta que debes utilizar tres tazas de agua, caldo vegetal, caldo de pollo o caldo de carne por cada taza de cebada.
• Ya que tengas los elementos, añade las 3 tazas de agua o caldo y una pizca de sal a una olla. Lleva a ebullición y reduce el fuego, luego tapa la olla.
• Debes cocinar la cebada a fuego lento durante 25 o 30 minutos, o hasta que la cebada esté tierna y haya absorbido la mayor parte del líquido.
• Si después de cocinar queda líquido en la olla, simplemente escurre la cebada. Si prefieres una textura más ligera, enjuágala brevemente bajo agua fría.
• Deja reposar la cebada unos 5 minutos después de cocerla para que termine de absorber todos los sabores.

Añade la cebada en tus recetas

La cebada cocida es increíblemente versátil y puede ser usada en una amplia variedad de platos. Aquí te comparto algunas ideas para incorporar la cebada en tus recetas diarias:

• En ensaladas: Agrega cebada cocida a tus ensaladas para darles una textura más sustanciosa. Combínala con verduras frescas, hierbas y un aderezo ligero para un almuerzo nutritivo y delicioso.
• En sopas, cremas y guisos: La cebada es un ingrediente clásico. Absorbe muy bien los sabores, haciéndola perfecta para este tipo de platos. Agrega la cebada cruda en la cocción y cocina junto a los demás ingredientes. También puedes agregarla al dente unos 20 minutos antes de terminar de cocinar la sopa o el guiso, el sabor será más cremoso. Para las cremas, te recomiendo agregarla ya preparada para dar textura.
• Como acompañamiento: Úsala como sustituto del arroz o la pasta para acompañar carnes, pescados o verduras asadas. La cebada aporta un toque diferente y eleva cualquier plato principal. Además, es baja en caloría.
• En risottos: Sabemos que este platillo especial se realiza con arroz arborio pero puedes sustituirlo por cebada.
• En postres: Aunque menos común, la cebada también puede usarse en recetas dulces. Prueba cocerla en leche con azúcar, canela y vainilla para hacer un pudín de cebada, una alternativa saludable al arroz con leche.

Tips y trucos extras

• Si usas cebada integral, remojarla durante unas horas o toda la noche no solo acorta el tiempo de cocción, sino que también ayuda a que los granos se cocinen de manera más uniforme y absorban mejor los sabores.
• Si decides utilizar cebada integral, sigue el mismo procedimiento que te comenté anteriormente, pero extiende el tiempo de cocción a 45-60 minutos, hasta que los granos estén completamente cocidos y blandos.
• Tuesta la cebada en una olla con una cucharada de aceite de oliva durante 3-4 minutos a fuego medio. Este grano tostado tiene un sabor más a nuez y una textura más firme, ideal para ensaladas o acompañamientos.
• Añade hierbas aromáticas, ajo o cebolla al agua de cocción para infundir más sabor.
• Después de cocinar, revuelve la cebada con un poco de mantequilla, aceite de oliva, o incluso aceite de sésamo tostado para darle un toque extra.
• Si quieres una textura aún más esponjosa, una vez cocida, coloca el grano en una vaporera y cocina al vapor durante unos minutos. Esto separa los granos y les da una textura ligera y aireada.
• Si cocinas la cebada en exceso de agua, puedes utilizar el agua de cocción (que tendrá algo del almidón del grano) para enriquecer sopas, guisos, o incluso como base para salsas.
• La cebada cocida se conserva bien en el refrigerador durante 3-5 días en un recipiente hermético bien cerrado. También puedes congelarla para usarla en otro momento.

¿Quieres aplicar estos tips y trucos en una rica preparación? Tenemos algunas opciones perfectas, ¡revísalas!

Para un desayuno diferente, prepara una deliciosa receta de frutas con cebada, te encantará el sabor, la textura y las cero calorías.

Para una cena diferente o un complemento en tus comidas, prepara estas una ensalada de cebada con nueces o una ensalada de cebada y manzana. ¡Espectacular!