Cómo hacer salsa de queso: muy fácil
Aprende cómo preparar paso a paso una sencilla y deliciosa salsa de queso casera
- 25 min
- Fácil
- 200 Kcal
La salsa de queso es una de las mejores salsas caseras que puedes aprender. Es muy útil, es delicioso, se podría decir que adictiva y además es tremendamente fácil de hacer.
Toma en cuenta que, para preparar una buena salsa, lo ideal es utilizar un queso que se funda fácilmente. Por ejemplo, el queso cheddar, gruyere, gouda, emmental u otro queso amarillo suave, tendrán una consistencia mucho más adecuada que un parmesano rallado.
Receta de salsa de queso casera
- 25 min
- Fácil
-
200
Kcal
Aprende cómo hacer una deliciosa y fácil salsa de queso casera.
Raciones 6
Calorías 200kcal
Ingredientes
- 200 gr de queso para fundir rallado
- 4 cucharadas de mantequilla sin sal
- 2 cucharadas de harina de trigo
- 3 tazas de leche
- Un chorro de vino blanco seco opcional
- Sal
- Pimienta negra en polvo
Elaboración paso a paso
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Si por alguna razón no han rallado todavía el queso, este es el buen momento para hacerlo.
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Luego, tomaremos la mitad de la leche en una taza y la utilizaremos para disolver la harina (esto será más rápido si la leche está tibia o caliente). Mezclaremos hasta que no queden grumos.
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Luego, calentaremos una cacerola anti adherente con el resto de la leche y la mantequilla. Haremos esto a fuego bajo para evitar que la mantequilla se oscurezca o se queme.
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Cuando la leche y la mantequilla estén bien integradas, incorporaremos el resto de la leche con la harina disuelta. Haremos esto para darle más consistencia a la salsa.
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Vamos a revolver hasta obtener una consistencia uniforme. Cuando la mezcla esté homogénea, comenzaremos a agregar el queso rallado, poco a poco, mientras vamos revolviendo para que este se funda y se vuelva parte del resto de la salsa. Esta tarea puede tomar un poco de tiempo porque estamos realizando una cocción a baja temperatura, pero es esencial que la salsa no se queme ni se pegue. También es muy importante que no paremos de revolver, con la ayuda de una espátula de madera.
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Cuando terminemos de agregar el queso, salpimentaremos al gusto y verteremos el chorro de vino blanco. El líquido nos ayudará a diluir mejor el queso, en caso de que la salsa esté quedando muy espesa. Dependiendo de la consistencia deseada para la salsa, podemos agregar un poco más o menos de vino.
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No nos queda más que remover hasta tener todos los ingredientes bien mezclados y la salsa con una consistencia que nos plazca. Si sientes que está quedando demasiado espesa (esto puede variar según el tipo de queso), diluye con un poco más de leche para una salsa más liquida, o incorpora un poco más de queso, para una salsa más espesa.
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Antes de terminar, prueba la salsa para verificar la sazón y el sabor. Si hace falta, corrige la sazón con más sal y pimienta, y vuelve a mezclar posteriormente. Si deseas una salsa con un sabor más intenso, todavía estás a tiempo de añadir y mezclar un poco más de queso rallado.
Video
Recomiendo servir la salsa inmediatamente, sobre todo si se ha preparado para acompañar un plato de pasta, un corte de carne o alimentos similares.
Consejos para esta receta
- Ahora que ya conoces la receta de base para preparar una salsa con queso, puedes ponerte creativo y experimentar con ingredientes originales, como quesos fuertes o madurados. Por ejemplo, hay salsas de queso absolutamente sublimes, como la de gorgonzola, la salsa de camembert o la salsa de queso roquefort. Dada la consistencia de estos quesos, en algunos casos descubrirás que es más fácil desmigajarlos o desmenuzarlos, que rallarlos.
- Toma en cuenta que, si haces experimentos de preparación con quesos madurados, casi con seguridad la salsa quedará más calórica.
- También puedes escoger un queso ligero para preparar una salsa menos calórica. Igualmente, puedes reducir la cantidad de mantequilla utilizada para la receta, aunque la salsa quedará menos untuosa.
- Recomiendo utilizar mantequilla sin sal para preparar esta receta. La razón es que permite un mejor control del nivel de sal que queremos aportar a la salsa. Sin embargo, si solamente tienes mantequilla con sal en el refrigerador, utilízala y prueba la salsa antes de añadir más sal.
Con qué usar la salsa de queso
- Nachos mexicanos: Posiblemente sea la primera idea que nos viene a la cabeza, y es que sí, son una pareja increíble.
- Patatas fritas: Otra opción obvia, que seguramente has probado previamente en restaurantes de comida rápida.
- Hamburguesas caseras: Esta es una gran idea, especialmente cuando quieres romper la rutina de sólo usar ketchup, mayonesa y mostaza.
- Un plato de pasta: Así de sencillo, haces unos macarrones, espaguetis o cualquier pasta que se te antoje y le pones la salsa, nada más.
- Dip para verduras: puedes picar palitos de zanahoria y apio crudos y mojarlos en esta salsa, ¡maravilloso!