Pechugas rellenas de jamón y queso

Vamos a preparar unas pechugas rellenas de jamón y queso, para variar la elaboración tradicional de pechuga de pollo, que se suele preparar frecuentemente en casa.

Al momento de escoger los ingredientes, selecciona de preferencia lonchas de jamón de York, que le darán su sabor característico al plato (aunque hay cocineros que utilizan serrano o incluso jamón de pollo).

En el caso del queso, puedes utilizar lonchas de manchego, o algún otro queso que gratine o funda. En México, por ejemplo, se suelen utilizar hebras de queso. Hay cocineros que utilizan lonchas de cheddar, para un sabor más fuerte, lonchas de gouda o algún queso rallado, suave y amarillo. Incluso hay quienes utilizan queso mozzarella (que da un sabor más suave, pero queda delicioso), o hasta queso crema.

Con respecto al pollo, pues nada, pechugas limpias, sin hueso, que puedes pedir al carnicero que te las filetee.

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Cómo hacer pechugas rellenas con jamón y queso

• 13 min
• Fácil
• 
  390
  Kcal
  

Prepara estas sabrosas pechugas rellenas con jamón y queso, como plato principal de un almuerzo o cena en casa.

Plato Pollo

Cocina Casera

Keyword receta facil

Tiempo de preparación 7 minutos minutos

Tiempo de cocción 6 minutos minutos

Tiempo total 13 minutos minutos

Raciones 2

Calorías 390kcal

Autor Lola

Ingredientes

• 2 pechugas de pollo en filete
• 2 lonchas grandes de queso manchego o similar o la cantidad equivalente de queso rallado o en hebras
• 2 lonchas grandes de jamón de York
• Sal al gusto
• Pimienta molida al gusto

Elaboración paso a paso

• Las pechugas ya deben estar limpias y sin grasa, para comenzar. Entonces, vamos a colocarlas sobre una tabla de cocina o gran plato, para salpimentarlas al gusto por ambos lados.
• Ahora vamos a colocar las lonchas de jamón y queso como relleno de las pechugas. Para este paso, dependerás de cómo el carnicero de haya vendido los filetes. Si los han abierto como un libro, coloca las lonchas al centro y cierra las pechugas. Si te han separado los filetes totalmente, cubre una parte con el queso y jamón, y luego coloca la otra parte del pollo encima. Si se trata de pechugas más gorditas, pero abiertas por el medio, rellena con queso y jamón. Enseguida, asegura el extremo con palillos, para que el relleno no se salga durante la cocción.
• Luego, consigue una sartén grande, y caliéntala a fuego medio-bajo, con un chorrito de aceite.
• Cuando el aceite esté caliente, colocaremos las pechugas en la sartén, y las cocinaremos durante 3 minutos de un lado. Durante este tiempo, taparemos la sartén para asegurarnos de que el pollo se cocine bien por adentro.
• Una vez pasado este tiempo, voltearemos las pechugas, cuidadosamente, para que se cocinen por el otro lado, durante 3 minutos más (si las pechugas son muy grandes o gruesas, puede que necesiten un poquito más de cocción).
• Mientras que el pollo se cocina, conseguiremos un plato grande y lo cubriremos con una o dos hojas de papel absorbente, para retirar el exceso de grasa del pollo, una vez que esté listo.
• Cuando se termine el tiempo de cocción del pollo, sacaremos las pechugas del sartén y las colocaremos en el plato con papel absorbente.
• Dejaremos que el papel absorba un poco de grasa, y luego serviremos nuestras pechugas rellenas.

Pechugas empanizadas rellenas de jamón y queso

Antes hemos explicado cómo hacer unas pechugas tradicionales rellenas de jamón y queso. Sin embargo, ahora explicaremos cómo hacerlas todavía más ricas, con un simple empanizado.

Para hacer estas pechugas rellenas de jamón y queso, necesitaremos algunos ingredientes adicionales:

• 1/4 de taza de harina de trigo
• 1/2 taza de pan rallado
• 1 huevo

Preparación:

1. La preparación de las pechugas empanizadas rellenas de jamón y queso comenzará de la misma forma que la receta que hemos explicado anteriormente. Habrá que salpimentar el pollo, rellenar las pechugas con jamón y queso , y sujetarlas al extremo con palillos de madera, para evitar que se escape el relleno.
2. Luego, hay que preparar un plato plano, cubierto con una capa de harina de trigo. Al lado, pondremos un plato hondo con el contenido del huevo, ligeramente batido con un tenedor. Por último, en otro plato, hay que colocar una capa de pan rallado o molido.
3. Para continuar, hay que calentar una sartén, pero esta vez a fuego medio y con una cantidad generosa de aceite.
4. Una vez que las pechugas estén rellenas, hay que pasarlas por la harina, por ambos lados. Luego, hay que sumergirlas en el huevo, para pasarlas enseguida por el pan en polvo, de ambos lados.
5. Ya con las pechugas rebozadas, hay que cocinarlas en la sartén con aceite caliente. La idea es freírlas por ambos lados (con la sartén tapada) hasta que queden doradas.
6. Al igual que con la receta de base, es recomendable colocarlas en un plato cubierto con papel absorbente, para retirar el exceso de grasa, una vez que se saquen de la sartén.

Con qué acompañar las pechugas

Las pechugas con jamón y queso serán el elemento principal de tu plato.

Sin embargo, hay muchas ideas con las que puedes acompañarla. Aquí tienes algunos ejemplos :

• Una ensalada simple con lechuga y tomate, refrescante y ligera, ideal para equilibrar el plato.
• Arroz blanco, un acompañante delicioso para casi cualquier carne.
• Unas patatas al horno, con especias o con un toque de salsa.
• Un buen puré de patatas, suave e ideal para un equilibrio de texturas en el plato.
• Una porción de guisantes verdes tiernos.
• Granos de maíz amarillo dulce.
• Un puré de calabacín, para salir de la rutina culinaria.
• Un puré de zanahorias, nutritivo y original.
• Algunas rodajas de berenjenas cocidas al horno.
• Un arroz con espinacas, o sino, un arroz rojo.
• Una porción de frijoles, enteros o en puré.
• Patatas fritas, bien crujientes y recién hechas.

Consejos para unas pechugas de pollo rellenas perfectas

1. Utiliza un cuchillo bien afilado al momento de rebanar tus pechugas. Vas a ahorrar mucho en tiempo y sufrimiento, sin mencionar que tus cortes se verán mejor.
2. Para acomodar las pechugas en forma de rollo, utiliza palillos de madera. Así evitarás que tu esculturas gastronómicas pierdan la forma (con toda seguridad, el rollo va a abrirse mientras las cocinas). Acuérdate de retirar los palillos antes de servir.
3. Aplasta cada pechuga para mejorar tus posibilidades de manipularla, enrollarla, y por supuesto, la textura del plato. Puedes utilizar un mazo, un rodillo, o hasta algún recipiente pesado, como una lata.
4. No aplastes tus pechugas con contacto directo, sino metidas dentro de una bolsa. No queremos que se dañen, ¿cierto?
5. Si vas a añadir especias a las pechugas, lo correcto es hacerlo sobre la cara que quedará opuesta al relleno.
6. Al momento de enrollar tus pechugas, lo más práctico es comenzar por el lado más delgado. Aprieta con fuerza cuando estés enrollando.