Hay millones de maneras de disfrutar del pollo, en Comedera , tenemos un amplio menú con el que comer recetas de pollo nunca será aburrido.
El pollo a la carbonara es un plato de esos que tienen un sabor y una delicadeza fuera de lo común.
La salsa carbonara es una mezcla de sabores y texturas que, en lo particular, combina muy bien con cualquier preparación. En definitiva, esta combinación de sabores es algo digno de un genio culinario.
Es un plato completo que bien puede funcionar como una deliciosa cena o almuerzo, porque su preparación es muy sencilla, se hace en pocos minutos.
Toma nota de cómo preparar el pollo a la carbonara, una receta que se convertirá en imprescindible en tus menús.
Tiempo de preparación 5 minutos minutos Tiempo de cocción 20 minutos minutos Tiempo total 25 minutos minutos
Autor María Alejandra Gómez
500 gr pechugas de pollo 200 ml nata líquida para cocinar 100 gr bacon ½ cebolla Aceite de oliva Sal al gusto Pimienta al gusto
En esta receta utilizaremos pechugas, pero puedes servirte de cualquier parte, con los muslos también quedará de maravilla.
Salpimienta bien las piezas de pollo.
En una sartén agrega un chorrito de aceite y empieza a sellar bien el pollo.
Deberá quedar dorado y bien cocido. Debes cuidar la cocción porque se cocina muy rápidamente y puede quedar seca si la descuidas.
En la misma sartén en la que has preparado el pollo pon un poco de mantequilla, para poder empezar a crear la salsa carbonara.
Pela y cortamos la cebolla y empezamos a pocharla en la sartén. Cuando empiece a estar tierna ponle el bacon para que saltee a la vez.
El bacon debe quedar crujiente, cuando esté listo, añade la nata.
Salpimienta la salsa al gusto y deja que vaya reduciendo unos dos minutos aproximadamente hasta que la salsa esté un poco espesa.
Algunos tips para el pollo a la carbonara
El pollo a la carbonara, un giro exquisito en la tradicional pasta carbonara , es una receta versátil que puede ser adaptada para ser más ligera sin sacrificar su delicioso sabor. Si estás buscando una versión con menos calorías, opta por leche evaporada; su consistencia cremosa es un excelente sustituto de la nata y reduce la cantidad de grasa, manteniendo un resultado final igualmente exquisito y satisfactorio.
El toque italiano auténtico se lo da el queso parmesano rallado espolvoreado justo antes de servir. Su sabor intenso es una delicia para los paladares que aprecian los quesos de carácter fuerte. No obstante, si prefieres sabores más suaves, este ingrediente es completamente opcional, y aún así disfrutarás de un plato excepcional.
La elección del corte de pollo es fundamental: tanto las pechugas como los contramuslos deshuesados son magníficas opciones que absorben la rica salsa carbonara, haciéndola aún más irresistible. Y para aquellos momentos en que la nata líquida no esté disponible, una alternativa eficaz es mezclar una clara de huevo con un huevo entero, lo que proporciona esa textura sedosa característica de una carbonara clásica.
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