Aprende cómo hacer langosta al ajillo
La carne más exquisita de todo el océano, la más delicada y sublime, no en vano es la más deseada en las mesas del mundo
- 20 min
- 2 personas
- Fácil
- 114 Kcal
Hoy haremos langosta al ajillo, una receta muy acertada a los paladares más exigentes. La carne más exquisita de todo el océano, la más delicada y sublime, no en vano es la más deseada en las mesas del mundo.
La langosta tiene una carne tierna, debe cocinarse a fuego bajo para que conserve una textura suave y jugosa si se cocina a fuego alto quedará dura y chiclosa. Esta versión de langosta al ajillo se hace en una sartén a fuego medio para obtener la textura ideal.
Es una preparación súper sencilla y rápida con un resultado genial y con muchas opciones de acompañamiento. Puede ser con unos patacones, y una fresca ensalada de lechuga. Realmente esta propuesta es para que te sientas en la orilla de una playa, pero los contornos pueden ser los de tu preferencia.
Revisemos los pocos ingredientes que necesitamos para elaborar este majestuoso plato de langostas al ajillo.
Receta de langosta al ajillo
- 20 min
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2
personas
- Fácil
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114
Kcal
Ingredientes
- 4 colas de langostas
- 5 cda mantequilla
- 6 dientes de ajo triturados
- ½ taza vino blanco
- 1 limón zumo
- 1 ramillete de perejil finamente picado
- sal al gusto
- pimienta al gusto
Elaboración paso a paso
Langostas al ajillo
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Colocamos una langosta boca abajo en una tabla de cortar. Manteniéndola por la cola, insertamos la punta de un cuchillo grande y afilado justo entre la mitad de su cuerpo. cortamos la langosta por la mitad longitudinalmente hasta el final por la punta de la cola, dividiéndola. Retira y desecha los órganos gris-verdes y cualquier huevo.
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Vamos a sacar la carne de la concha de la langosta parcialmente, dejaremos una parte sujeta a la punta inferior de la cola. Salpimentamos.
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En una cazuela, calentamos 2 cucharadas de mantequilla a fuego bajo, ponemos las colas de langostas por ambos lados, 2 minutos por cada uno.
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Una vez selladas, habrán dejado bastante saborcito en la olla así que aprovecha y añade más mantequilla. Cuando esté dorada nuestra langosta, añadimos el ajo y a los 2 minutos incorporamos el vino blanco. Dejamos que reduzca un poco el líquido.
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Ahora añadimos el perejil y dejamos que todos los sabores se integren por 5 minutos.
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Lista las langostas para acompañar con lo que tu decidas. !Buen provecho¡
Más detalles sobre la receta
Esta salsa es la clásica salsa “al ajillo”, y se puede usar en recetas de pescados, pollos o mariscos.
Estos crustáceos destacan por su riqueza en minerales como el zinc, sodio, magnesio, calcio, potasio; y en especial, selenio, fósforo y yodo. Tampoco es descartable el aporte vitamínico, sobre todo de vitamina B12 y niacina.
La langosta al no tener muchos carbohidratos ni grasas, es idóneo en la dieta de deportistas y personas que realizan dietas para combatir el sobrepeso.
Es importante limpiar bien la langosta, al cortarla debemos retirar cualquier huevo u órganos. Limpie con abundante agua.
La langosta debe estar fresca, de ser posible comprarla viva, su carne tiene mejor sabor y textura cuando no ha pasado mucho tiempo en la heladera.
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