Receta de hamburguesa de pollo casera

Aprende cómo preparar una jugosa y deliciosa hamburguesa de pollo totalmente casera paso a paso

15 min
Fácil
400 Kcal

hamburguesa de pollo casera — Imagen de Lala Irène Randrianasolo en Pixabay

Te voy a enseñar a preparar una deliciosa hamburguesa de pollo con la receta más fácil, pero más deliciosa y efectiva que existe.

Porque resulta que en muchas ocasiones las hamburguesas de pollo las preparan con carne picada y no, queda mil veces más deliciosa hacerla con carne sin procesas, un trozo de pechuga para ser más precisos. Y eso es lo que vamos a hacer aquí.

Pero es que además, el pollo lo vamos a empanizar y esto va a dar un resultado mucho más jugoso y maravilloso. Ya verás.

Lo idea es que tengas una pieza de pechuga de 1 a 2 centímetros de grueso y que el tamaño sea el aproximada al del pan de las hamburguesas. Ya sea que los pidas a tu carnicero o que tú mismo lo hagas.

Los demás ingredientes pueden variar mucho, pero lo básico es el pan, cebolla, tomate, lechuga y las salsas.

¡Ah! ¡y queso! ¡que no se te olvide una buena loncha de queso cheddar!

La receta tiene las cantidades para una hamburguesa. Para hacer 2..4.. o 20 simplemente multiplicas las cantidades de los ingredientes y ya.

4.63 de 8 votos

Hamburguesa de pollo casera fácil

15 min
Fácil
400
Kcal

Aprende cómo preparar una jugosa y deliciosa hamburguesa de pollo totalmente casera paso a paso.

Plato Pollo

Cocina Casera

Keyword receta facil

Tiempo de preparación 10

Tiempo de cocción 5

Tiempo total 15

Raciones

Calorías 400kcal

Autor Daniel

Ingredientes

Para la carne

1 filete grueso de pechuga de pollo
Pan rallado
Sal al gusto
Pimienta negra recién molida al gusto

Para la hamburguesa

1 pan de hamburguesa
1 loncha de queso cheddar
2 rodajas de cebolla morada
4 rodajas de tomate fresco
1 hoja de lechuga
2 o 3 pepinillos opcional
Mayonesa al gusto
Mostaza al gusto

Elaboración paso a paso

Preparación de la carne

Corta la pechuga de pollo del tamaño aproximado de una hamburguesa tomando el cuenta el diámetro del pan. Lo ideal será que la pechuga sobresaliera ligeramente por fuera del pan. El grosor de la carne debería ser aproximadamente de 1 dedo, (1 a 2 cm).
Salpimienta la pechuga.
En un plato echa un poco de pan rallado y pon la pechuga primero por una cara, luego por la otra para que se le pegue bien el pan por todas partes. Vamos, lo que llamamos empanizar.
Calienta una sartén a fuego medio y pon tu pieza de pollo a cocinar durante 5 minutos por cada lado. Debes estar muy atento a que no se te queme, el calor de las cocinas puede traicionarte.
Un vez esté bien dorado el pollo por ambas caras, ya tu pechuga estará cocinada. Puedes verificarlo cortando una pequeña parte del mismo, si está blanca la carne es que está lista.
Pon el pollo en un plato con papel absorbente para quitar el exceso de grasa.

Armando la hamburguesa de pollo

Mientras cocinabas el pollo, pero siempre sin descuidarte de él, puedes ir lavando y picando la cebolla, tomate, pepinillos y lechuga.
Ahora simplemente, con tu pechuga lista, arma la hamburguesa.
Pon cada una de las piezas de pan con su cara interna (donde está la miga blanca) mirando hacia arriba en un plato.
Sobre la cara que viene siendo la base vas a poner primero la pechuga de pollo.
Encima de la pechuga pon el queso cheddar (así se va a derretir y va a ser maravilloso).
Luego ve colocando los demás ingredientes: la lechuga, cebolla morada, tomate y los pepinillos.
Finalmente échale la cantidad de mayonesa y mostaza que desees.
Tapa la hamburguesa con el otro pan y ya esta. ¡Disfruta!

Algunas ideas para mejorar aun más esta deliciosa hamburguesa de pollo

Aquí entra en juego tu creatividad, pero básicamente puedes agregarle cualquier ingrediente que te apetezca, te doy algunos ejemplos:

Ponle champiñones salteados ligeramente en aceite y ajo.
Sofríe la cebolla morada antes de usarla.
Ponle bacon, también frito.
Puedes usar otras salsas como salsa de ajo, barbacoa, salsa de queso, o cualquiera que se te antoje y que tengas a disposición.
Si te gusta el picante, pica una guindilla o chile en rodajas pequeñas y con sumo cuidado, le pones a tu antojo. Si lo prefieres, puede ser salsa picante.
El pan: caliéntalo un poco en una plancha, o una sartén, antes de usarlo. La diferencia es grande cuando lo haces.