Cómo hacer albóndigas de frijol en salsa de tomate

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Receta de albóndigas de frijol en salsa de tomate

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Sigue esta guía detallada y deléitate con unas albóndigas vegetarianas deliciosas y saludables, perfectas para nutrir tu cuerpo y deleitar tu paladar.

Plato Legumbres, Vegetariana

Cocina Casera

Keyword en salsa

Tiempo de preparación 10 minutos minutos

Tiempo de cocción 45 minutos minutos

Tiempo total 55 minutos minutos

Raciones 4 personas

Calorías 160kcal

Autor Daniel

Ingredientes

• 2 tazas frijoles cocinados sin el caldo de cocción
• ½ taza cebolla picada
• 1 cdta orégano
• 4 cdas aceite vegetal
• 6 cdas harina de avena
• 1 cdta sal
• Pimienta al gusto

Para la salsa

• 1 lata tomates pelados ó 6 tomates naturales sin piel
• 4 dientes ajo
• Una pizca de sal
• Una pizca de azúcar
• Aceite de oliva al gusto

Elaboración paso a paso

• En un sartén agrega aceite y sofríe la cebolla y reserva.
• Machaca los frijoles cuidadosamente con un tenedor hasta obtener una textura homogénea y suave.
• Agrega orégano, sal, pimienta, harina y la cebolla que habías reservado.
• Forma cuidadosamente bolitas de aproximadamente 3 cm de diámetro y fríelas en una cucharada de aceite caliente, girándolas ocasionalmente, hasta que adquieran un dorado uniforme en todas sus superficies.

Preparando la salsa

• Procesa los tomates de la lata en una picadora hasta obtener la consistencia deseada. Alternativamente, puedes optar por aplastarlos con un tenedor, dejando pequeños trozos para una textura más rústica. La elección de la textura depende de tu preferencia personal.
• Pica los dientes de ajo bien pequeñitos. Puedes triturarlos si prefieres.
• Sofríelos en la olla hasta que doren ligeramente, no los dejes quemar.
• Agrega los tomates triturados a la olla donde está el ajo. Revuelve, agrega sal, y una pizca de azúcar.
• Deja hervir y bájale el fuego. Tápalo y déjalo cocinar por 1 hora revolviendo de vez en cuando. Revisa el punto de sal y agrégale más de ser necesario.
• Agrega las albóndigas y deja cocinar por 15 minutos a fuego lento, en una olla tapada.
• Transcurrido el tiempo retíralas del fuego y sirve.

Recomendaciones para las albóndigas de frijol con salsa de tomate

• Cocina los frijoles hasta que estén tiernos pero firmes. Esto asegura que las albóndigas mantengan su forma sin desmoronarse.
• Añade hierbas frescas como albahaca o tomillo a la salsa de tomate. Un toque de especias como chile en polvo puede añadir profundidad al sabor.
• Para una versión más ligera, sustituye la harina de avena por harina integral y reduce la cantidad de aceite.
• Puedes guardar las albóndigas en la nevera y comerlas 2 o 3 días después como máximo. Simplemente pon las que te sobren en un recipiente plástico con tapa y ya está.
• Para recalentarlas puedes usar el horno microondas o también ponerlas en una sartén con fuego bajo (importante para que no se quemen) y una tapa.

Con qué acompañar estas deliciosas albóndigas

• La primera opción que te propongo es un delicioso arroz integral. Aportará un toque de sabor a nuez y una textura firme que complementa bien las albóndigas.
• El puré de papas puede ser un excelente contraste con la textura de las albóndigas. Considera añadir ajo asado o hierbas frescas al puré para un sabor extra.
• Una ensalada fresca y ligera de espinacas, rúcula o lechuga romana con vinagreta puede equilibrar la riqueza de la salsa de tomate de estas albóndigas. Considera esta opción que es muy saludable.
• Vegetales como calabacines, pimientos, berenjenas o tomates asados aportan un delicioso sabor que complementa las albóndigas de frijol. Puedes hacerlo en una parrilla o a la plancha.
• Cuscús o Quinoa: Estos granos son opciones ligeras y nutritivas que absorben los sabores de la salsa de tomate, haciéndolos ideales como base para las albóndigas.
• El pan de ajo es perfecto para absorber la deliciosa salsa de tomate. Este delicioso pan añade un elemento crujiente y sabroso al plato.
• Otra opción maravillosa: sirve las albóndigas sobre una cama de espaguetis integrales para una versión saludable del clásico plato de pasta con albóndigas.
• ¿Te gusta la polenta? Su suavidad puede ser una base maravillosa para las albóndigas, especialmente si se enriquece con queso parmesano o hierbas.

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