Comiendo en Madrid: hedonismo sin remordimientos
Madrid está hecha para comérsela con un chorro de aceite de oliva, una copa de vino tinto y ningún apuro
Madrid, por fin volvemos a vernos. Pasaron 17 años de la última vez que me comí un trozo de jamón serrano en alguno de tus bares.
Los años te han cambiado. Hoy en día eres más que la capital de España. Te has vuelto una ciudad cosmopolita, un punto de encuentro de visitantes de todo el mundo, que te utilizan ya sea de base para saltar a otros lugares, o como destino principal para unas vacaciones.
Visitarte, mi estimada Madrid, significa sentarse a saborearte con calma, con una copa de tinto en una mano, y un pincho, bocata, tortilla, aceituna, pan, chuleta de cordero, gamba, boquerón, calamar, navaja, pimiento de padrón, queso… en la otra.
Es imposible no querer abusar de tus bondades culinarias. No hay manera alguna de no volverse hedonista mientras se recorren tus calles en busca de algún huequito donde sirvan un cocido por menos de 10 euros. Y no hay mayor placer que conseguir ese lugar y que la comida sea perfecta.
¿Sabes qué es lo más divertido de todo Madrid? Que nunca aburres. Ofreces una variedad de productos alimenticios, de recetas, menús, platos y sabores directamente proporcional a la enorme cantidad de restaurantes, bares y tascas que se despliegan en toda tu urbe.
Tal variedad es el resultado de ser una ciudad vitrina, una capital de país que reúne un poco de la gastronomía de sus regiones, y claro, de los diferentes grupos de inmigrantes que le dan color y variedad a tus barrios.
¿No es maravilloso Madrid? Tener la opción de comerse un bocata de pan con calamares y 1 cuadra más allá degustar una deliciosa comida tailandesa.
O acercarse a los alrededores del Mercado de San Miguel, disfrutar algunas tapitas y luego caminar y perderse por el centro, hasta de repente llegar al barrio de Lavapiés para rematar el hambre con una increíble comida africana.
¿Eres latinoamericano y extrañas los sabores de tu país? No te va a ser nada difícil conseguir arepas, ceviches, chupes, bandejas paisas, bifés de chorizo y pare usted de contar.
Madrid, estás hecha para recorrerte con calma, a pie, mirando tus museos, parques, sentarse en tus banquitos a ver pasar a la gente. Pero sobre todo Madrid, estás hecha para comerte, con copa de vino tinto y café incluidos.
Tips por si visitas Madrid
-Comer, comer, comer… dedícate al hedonismo, al vino, a la tortilla, al cordero. Planifica tus visitas a parques, museos, encuentros con amigos en torno a dónde almorzar/cenar.
-Olvídate de la fast food. En gran cantidad de restaurantes hay el llamado “menú del día”. Por 10-11 euros puedes disfrutar de primer y segundo plato, postre y bebida (que puede ser cerveza o vino).
-En la calle mayor #73 hay un restaurant gallego llamado Arcade que es ideal para sentarse y cenar hasta que los botones de tu pantalón salgan disparados. Por favor, no dejes de pedir los boquerones fritos.
-En esa misma calle, a unos 10 metros hay un bar llamado Cervecería La Mayor que se dedica a –adivina- la cerveza, con una formidable carta llena de opciones y un dueño muy amigable que seguramente va a darte las mejores recomendaciones. Ah, ordena una ración de lentejas. Llorarás de felicidad con cada cucharada.
-El Mercado San Miguel es algo caro y muy turístico, pero es una experiencia que puedes saborear. Visítalo.
-Al lado de dicho mercado está la Plaza Mayor, turístico a más no poder, pero hay sitios entretenidos para comer.
-La zona aledaña a la Plaza Santa Ana está llena de tabernas y restaurantes, ideal para hacer un recorrido de tapas.
-¿Comida asiática? ¡Hay mucha! ¡Y muy buena! Lee mi post dedicado exclusivamente a la comida asiática en Madrid.
-A pocos metros de la salida de metro de Atocha está un lugar llamado El Brillante. Entra y pide “el bocata famoso que ustedes preparan” (SPOILER ALERT: es pan con calamares). Madrileño y auténtico como pocos.
Estos tips son personales y corresponden a lo que fue en mi reciente paso por la capital española. Te invito a que, como residente o turista, comentes cuáles son tus recomendaciones favoritas para comer en Madrid.
Para mi es muy sencillo: ¡ir a Madrid es ir a COMER!