Cómo hacer un delicioso gratinado de espaguetis con albóndigas
Cautiva tus sentidos con estos espaguetis con albóndigas al gratinado, un plato clásico lleno de sabor y perfecto para la cena
- 55 min
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foto: Shutterstock.
Si tienes ganas de probar algo especial y reconfortante, te encantará nuestra receta de espaguetis con albóndigas gratinadas. Es un plato que combina lo mejor de la cocina italiana con un toque casero que lo hace perfecto para una cena familiar o simplemente para mimarte un poco.
La mezcla de albóndigas jugosas, espaguetis al dente y queso derretido no solo llenará tu estómago, sino que también calentará tu corazón. Así que ponte el delantal, prepara tus ingredientes y prepárate para disfrutar de un plato que te hará sentir como si estuvieras en Italia, sin salir de tu cocina.
Receta de espaguetis con albóndigas gratinadas con queso
- 55 min
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750
Kcal
Ingredientes
- 300 g de espaguetis
- 500 g de carne molida mezcla de res y cerdo para más sabor
- 2 tazas de salsa de tomate de tu elección
- 1 taza de queso mozzarella rallado
- 1/2 taza de queso parmesano rallado
- 1 huevo
- 1/4 de taza de pan rallado
- 2 dientes de ajo picados finamente
- 1 cucharadita de orégano seco
- Sal y pimienta al gusto
- Albahaca fresca para decorar
- Aceite de oliva para cocinar
Elaboración paso a paso
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Pre-calienta el horno a 200°C (390°F).
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Cuece los espaguetis según las instrucciones del paquete hasta que estén al dente, escúrrelos y resérvalos.
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Para las albóndigas, mezcla la carne molida, el huevo, el pan rallado, la mitad del ajo picado, orégano, sal y pimienta en un bol. Forma las albóndigas y fríelas en una sartén con aceite de oliva hasta que estén doradas por todos lados.
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En una cazuela para horno, combina los espaguetis con la salsa de tomate. Incorpora las albóndigas y mezcla suavemente.
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Cubre con queso mozzarella y parmesano, y lleva al horno durante 10-15 minutos o hasta que el queso esté burbujeante y dorado.
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Adorna con hojas de albahaca fresca justo antes de servir.
Consejos para este delicioso plato
- Si decides introducir hierbas frescas en la mezcla de las albóndigas, te sugiero picarlas lo más fino posible. Esto ayudará a que sus aceites esenciales se liberen mejor durante la cocción, impregnando la carne con su sabor.
- La elección del queso puede transformar tu plato. Si optas por quesos como el provolone o el gouda, asegúrate de rallarlos finamente para que se fundan bien y creen una capa gratinada uniforme. El provolone añadirá un sabor ahumado, mientras que el gouda aportará una nota ligeramente dulce.
- Cuando enriquezcas tu salsa de tomate con vino tinto, lo ideal es dejar que la salsa hierva a fuego lento para que el alcohol se evapore y solo queden los sabores concentrados del vino. Un poco de azúcar moreno puede contrarrestar la acidez del tomate, pero agrégalo poco a poco y prueba constantemente para conseguir el balance perfecto.
- Al almacenar el plato, deja que se enfríe completamente para evitar la condensación dentro del recipiente, ya que esto puede ablandar la pasta cuando la recalientes. Y al recalentar, retirar el papel de aluminio en los últimos minutos puede ayudar a que el queso recupere su textura gratinada original.
- Y por último, considera que una ensalada verde con un aderezo ácido como el de limón o vinagreta puede ser el complemento fresco y ligero perfecto para este plato robusto y sabroso. El vino tinto, con su cuerpo y notas terrosas, será un maridaje clásico que nunca falla.
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