Deliciosas tostadas de guacamole y setas

Transforma ingredientes sencillos en un aperitivo o desayuno impresionante con nuestra receta de tostadas de pan con guacamole y setas. Esta combinación de sabores frescos y terrosos te llevará a un nuevo nivel de disfrute culinario. Perfecto para novatos en la cocina, este plato no solo es fácil de preparar, sino también increíblemente delicioso y nutritivo.

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Cómo hacer tostadas de guacamole con setas

• 25 min
• Fácil
• 
  300
  Kcal
  

Convierte ingredientes simples en una experiencia gourmet con esta receta de tostadas de guacamole y setas.

Plato Aperitivos y tapas

Cocina Casera

Keyword receta facil

Tiempo de preparación 10 minutos minutos

Tiempo de cocción 15 minutos minutos

Tiempo total 25 minutos minutos

Raciones 2

Calorías 300kcal

Autor Daniel

Ingredientes

• 4 rebanadas de pan integral o de tu elección
• 2 aguacates maduros
• 1/2 cebolla roja finamente picada
• 1 diente de ajo picado
• El jugo de 1 limón
• Sal y pimienta al gusto
• 1 cucharada de cilantro fresco picado opcional
• 200 g de setas variadas limpias y en rodajas
• 2 cucharadas de aceite de oliva

Elaboración paso a paso

• Corta los aguacates por la mitad, retira el hueso y saca la pulpa con una cuchara. En un bol, machaca los aguacates con un tenedor hasta obtener una textura cremosa.
• Añade la cebolla roja, el ajo picado y el cilantro al aguacate. Vierte el jugo de limón y mezcla bien. Sazona con sal y pimienta al gusto. Reserva.
• Calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio-alto. Añade las setas en rodajas y saltea hasta que estén doradas y tiernas, aproximadamente 5-7 minutos. Sazona con sal y pimienta al gusto.
• Mientras las setas se cocinan, tuesta las rebanadas de pan hasta que estén doradas y crujientes.
• Unta generosamente el guacamole sobre cada rebanada de pan tostado. Distribuye las setas salteadas encima del guacamole.

Consejos para tus tostadas

• Para que te salga un guacamole de esos que hacen historia, lo primero es dar con aguacates en su punto justo. ¿El truquito? Presiónalos suavecito con los dedos; si ceden un poquitín, ¡bingo! Están listos para convertirse en estrellas de tu guacamole.
• Ah, y no te olvides del limón. No es solo para que el aguacate no se ponga tristón y pierda ese verdor chévere, también le da ese toquecito ácido que lo hace irresistible. Pero ojo, ve poco a poco, que no queremos que se convierta en una limonada, ¿verdad?
• Y si te gustan las sorpresas, deja algunos trocitos de aguacate sin machacar del todo. Así, cada bocado será una mini aventura.
• Si buscas darle un giro a tu guacamole, piensa en las especias como el comino o el pimentón. Una pizca de cualquiera de estos puede transformar tu guacamole de algo bueno a algo espectacular, haciendo que cada bocado sea una pequeña fiesta en tu boca.
• Las setas, esas sí que son un tema. Suelen soltar agua como si no hubiera un mañana, así que no las amontones. Dales su espacio en la sartén y cocínalas por turnos si hace falta. Así se ponen doraditas y crujientes, justo como nos gustan.
• Y ya sabes, esta receta es como un lienzo en blanco. Atrévete a experimentar. ¿Unas rodajitas de jalapeño para los valientes? ¿Un puñado de maíz para darle un toque dulzón? Tú mandas.
• Para rematar, los toppings pueden ser ese detalle final que lleve tu guacamole al siguiente nivel. Imagínate, unas semillas de calabaza tostadas por encima, o quizás unos granitos de granada para un contraste dulce y crujiente. Esos pequeños toques no solo son un festín para los ojos, sino también para el paladar.

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