Receta de torrijas de leche tradicionales
Prueba esta receta de torrijas fáciles para preparar, paso a paso
- 30 min
- Fácil
- 230 Kcal
Las torrijas son probablemente el postre más típico de la semana santa en España. Sin embargo, pueden prepararse en cualquier momento del año, y son perfectas para utilizar el pan que hemos dejado endurecerse.
De hecho, las torrijas no están nada lejos del “pain perdu” o pan perdido, típico de Francia, que también aprovecha el pan que ya no está fresco, para cocinarlo como postre, o incluso para el desayuno.
Cómo hacer torrijas caseras
Esta receta no es solamente tradicional y muy típica. En los casos de muchas familias, se ha preparado durante generaciones y su aroma característico evoca los recuerdos de la infancia de muchos españoles. En otros casos, cuando lo más común no ha sido hacerlas en casa, nos evocan los recuerdos de la pastelería tradicional del rumbo.
Si eres de esos que hasta ahora han ido a las pastelerías para comprar torrijas, ya no tienes excusa para no hacerlas en casa. Con esta receta, te explicaremos paso a paso cómo obtener unas torrijas suavecitas y dulces, y aprenderás la preparación de base, para que luego puedas adaptarla como quieras.
Por cierto, toma en cuenta que lo más habitual es preparar las torrijas con pan duro. Sin embargo, hay quienes utilizan pan fresco y obtienen buenos resultados. Incluso, hay quienes utilizan ciertos tipos de panes especiales, para obtener torrijas con texturas o sabores particulares.
Torrijas tradicionales de semana santa
- 30 min
- Fácil
-
230
Kcal
Ingredientes
- 1/2 litro de leche
- 1 limón
- 1 vaina de vainilla o una cucharadita de extracto
- 1 rama de canela
- 1/2 kg de pan endurecido también funciona con pan fresco
- 70 gr de azúcar blanco
- Aceite vegetal o mantequilla
- 2 huevos.
- Canela en polvo adicional para servir.
Elaboración paso a paso
-
¿Cómo se preparan las torrijas?
-
Comenzaremos por lavar bien el limón, para luego rallar la cáscara. Procura utilizar solo la parte verde y amarilla, y no rallar casi nada de la parte blanca que está debajo de la piel, porque esta tiene un sabor amargo. Reserva la ralladura y utiliza el resto del limón para otra receta, o para hacer zumo.
-
Si cuentas con una vaina de vainilla, hay que abrirla a lo largo para extraer los granos del interior, con la punta de un cuchillo. Si vas a utilizar el extracto líquido, nos saltaremos este paso.
-
Luego, vamos a calentar la leche. Cuando ya empiece a hacer burbujas, vamos a agregarle la vainilla, el azúcar, la ralladura del limón y la rama de canela. Revolveremos todo (verificando que el azúcar se disuelva), dejaremos que empiece a hervir y entonces, retiraremos la leche del fuego.
-
Vamos a tapar la leche para que no se evapore, mientras dejamos que se repose y se enfríe. Mientras tanto, podemos aprovechar para encargarnos del pan.
-
Con un cuchillo de cierra, cortaremos el pan en rodajas de alrededor de 2 centímetros y medio de espesor.
-
Luego, conseguiremos un plato con bordes o un recipiente equivalente, donde podamos acomodar las rodajas de pan, una al lado de la otra. Lo siguiente que haremos será bañarlas con la leche perfumada (después de haber retirado la rama de canela). Por eso es importante que el recipiente tenga bordes o paredes, para que el líquido no se escape.
-
Daremos algunos minutos al pan para que se impregne con la leche. Si hace falta, voltearemos las rodajas para que absorban el líquido de ambos lados. Vamos a dejar que el pan se suavice (si se trata de pan duro), pero no demasiado, para que no se deshaga durante la cocción. Si utilizas pan fresco, esta etapa será mucho más rápida.
-
Mientras el pan se impregna de leche, agregaremos el contenido de los huevos en un tazón. Lo batiremos bien y lo dejaremos a la mano para rebozar los trozos de pan, justo antes de freírlos.
-
Luego, calentaremos una sartén antiadherente grande, con aceite o mantequilla. Tomaremos una rueda de pan, la pasaremos por el huevo (por ambos lados, para que se recubra bien) y luego la freiremos, primero por una cara, y luego por la otra. Dejaremos que se dore antes de sacarla de la cocción.
-
Repetiremos el mismo proceso hasta cocinar la última torrija.
-
Lo ideal es que al sacarlas del sartén, las vayamos depositando sobre un plato cubierto con una hoja de papel absorbente. Así, podremos retirar el exceso de grasa.
-
Para terminar, espolvorea las torrijas con más canela antes de servirlas. Hay quienes prefieren espolvorear con azúcar adicional, además de la canela.
Consejos para preparar las torrijas tradicionales
- Tradicionalmente, las torrijas se fríen en aceite de oliva. Puedes utilizarlo si te gusta el sabor que aporta. Si prefieres que la fritura no le dé ningún sabor adicional al plato, usa aceite de maíz, de canola o de girasol. Si quieres un sabor delicado, puedes usar mantequilla. En ese caso, hay que fundirla rápidamente y comenzar a freír los panes de inmediato, para evitar que se queme u oscurezca. Eso haría que se vuelva un poco amarga.
- En el caso del limón, puedes utilizar la ralladura, como lo hemos para esta receta. Si haces eso, no tendrás que recuperar la cáscara del limón después de haber aromatizado la leche. Sin embargo, hay quienes prefieren simplemente separar la piel del limón con un cuchillo, hervirla con la leche y luego retirarla, al momento de también retirar la rama de canela.
- Yo recomiendo tratar de conseguir un limón no tratado químicamente. Esto se debe simplemente a que así la piel no habrá absorbido residuos de pesticidas u otras substancias similares.
- Dependiendo de tu gusto, puedes servir las torrijas cuando todavía están calientes, o puedes esperar a que se enfríen para empezar a comer.
- Te hemos explicado cómo preparar unas torrijas con una receta de base. Sin embargo, puedes volverte creativo al momento de perfumarlas. Hay quienes las aromatizan con naranja, con licores, con almíbar de frutas o con miel. También hay quienes las acompañan con pasas o con trocitos de otras frutas.
Si te ha gustado esta receta, también puedes preparar nuestros buñuelos de viento tradicionales.
