En un bol, vierte el agua tibia y la levadura. Desmenúzala en intégrala hasta que se vaya disolviendo.
Incorpora la harina de trigo de a poco y mezcla hasta que se vaya formando una masa.
Añade el azúcar, la sal y el aceite de oliva. Mezcla hasta que todo se integre y tengas una masa suave y manejable.
Haz de tu masa una bola y colócala en un bol engrasado. Deja reposar durante una hora en un lugar calienta para que se fermente.
Precalienta el horno a 180° C.
Pasado el tiempo del reposo, toma la masa y masajea hasta que salga el aire.
Estira la masa y coloca en un molde redondo.
Coloca la salsa de tomate y esparce muy bien hasta llegar a los bordes.
Esparce el queso parmesano, luego los peperoni.
Hornea a 180° C por 20 minutos o hasta que las orillas estén doradas.
Una vez lista, corta en slices y disfruta.