Incorpora la harina de trigo en un bol, abre un espacio en el centro y dale forma de volcán.
Esparce la sal por alrededor de la harina y vierte en el centro la leche, el aceite y el huevo.
Con la ayuda de tus manos, mezcla muy bien hasta que se forme una masa suave y homogénea. No debe pegarse de tus manos ni del bol.
Si notas que le hace falta más líquido o harina, agrégaselo.
Haz de tu masa una bola y deja levar por 10 minutos.
Mientras, pela la cebolla y limpia los pimientos. Corta ambos en cuadritos o en julianas. Filetea los dientes de ajo.
Abre las latas de sardina, escurre y con un tenedor retira las espinas de la sardina.
Calienta un sartén con aceite de oliva y sofríe los dientes de ajo y la cebolla por 2 minutos.
Incorpora el pimiento, mezcla y cocina por dos minutos más.
Agrega la sardina, sal y pimienta al gusto más la paprika. Mezcla y termina de cocinar por 4 minutos. Apaga y deja enfriar.
Precalienta el horno a 180° C.
Toma la masa y estira muy bien, dejando 1 cm de grosor. Saca dos discos un poco más grandes tamaño de tu bandeja.
Engrasa la bandeja, coloca el primer disco, presiona en el fondo y en las paredes hasta que quede bien cubierta.
Agrega el relleno en el centro y esparce la sardina muy bien. Tapa con el otro disco y presiona en los bordes.
Haz unas aberturas con un tenedor para que la cocción se pareja.
Hornea por 35 minutos o hasta que quede doradita y crujiente.
Retira del horno, deja enfriar un poco, desmolda y corta en las raciones que desees.
¡Disfruta!