En una olla grande, colocar la cabeza y espinas del cabracho junto con el puerro, la zanahoria, el apio y la hoja de laurel. Cubrir con agua, agregar sal y llevar a ebullición y cocinar a fuego medio durante 30 minutos, espumando las impurezas que suban a la superficie. Colar y reservar el caldo.
En una cazuela grande, calentar el aceite de oliva y sofreír la cebolla y los ajos hasta que estén transparentes.
Agregar el pimiento rojo y el tomate rallado, cocinar a fuego medio hasta que el tomate pierda su acidez.
Incorporar la harina y el pimentón dulce, removiendo bien para que no se queme.
Verter el vino blanco y dejar que se evapore el alcohol.
Añadir el caldo de pescado colado y el azafrán disuelto en un poco de agua caliente.
Incorporar el hinojo fresco para aportar un toque aromático.
Dejar cocinar a fuego lento durante 10 minutos para que los sabores se integren.
Cortar los filetes de cabracho en porciones y añadirlos a la cazuela.
Incorporar las almejas bien lavadas y tapar la cazuela.
Cocinar durante 5-7 minutos o hasta que las almejas se abran y el cabracho esté en su punto.
Ajustar la sal y la pimienta al gusto.
Retirar el hinojo y espolvorear con perejil fresco picado.
Servir caliente, acompañado de pan rústico para disfrutar del caldo.