Corta en rebanadas muy delgadas el lomo de cerdo y coloca en un bol grande.
Retira las venas y las semillas de los chiles. Pela la cebolla y los dientes de ajo, corta en trozos.
Pon a hervir los chiles, la cebolla y los dientes de ajo en una olla con agua por unos 10 minutos.
Pasado ese tiempo, añade en una licuadora los chiles, la cebolla y los dientes de ajo con un poco del agua donde hirvieron. Licúa muy bien hasta que te quede como una pasta.
Vierte el adobo en el recipiente donde está el cerdo, el jugo de naranja natural y un chorrito de aceite de oliva. Sazona con la sal al gusto, la pimienta, el comino y el orégano. Mezcla muy bien hasta que todo se impregne y deja marinar en la nevera por 12 horas.
Regularmente la carne al pastor de hace en un trompo y se cocina a fuego lento hasta que quede bien tierna y suave, pero en este caso la haremos en casa a la plancha o al horno.
A mí me parece más practico en el horno, para ello precaliéntalo a 180 °C.
Engrasa una bandeja con aceite de oliva y vierte todo el cerdo con el adobo.
Lleva al horno a fuego lento y cocina a 180 °C por aproximadamente 45 minutos o 1 hora, dependiendo. Debes probar si la carne está tierna.
Una ves lista, con la ayuda de unos tenedores ve deshilachando la carne de cerdo hasta que se combine con los jugos que soltó durante la cocción.
Lava el cilantro fresco y trocea muy bien. Desmorona el queso fresco.
Para servir, coloca una porción del cerdo en una tostada, acompaña con cilantro y queso fresco.