En una cacerola grande, hierve agua con una hoja de laurel y sal.
Introduce el cabracho y cocina durante unos 10-12 minutos hasta que la carne se desprenda fácilmente de las espinas.
Saca el pescado, deja enfriar y desmenúzalo cuidadosamente, retirando todas las espinas y la piel.
Precalienta el horno a 180°C.
En un bol grande, bate los huevos y añade la nata líquida, la salsa de tomate y el vino blanco seco.
Incorpora la carne de cabracho desmenuzada, mezclando bien hasta obtener una masa homogénea y salpimienta al gusto.
Engrasa un molde con mantequilla y verte la mezcla.
Cocina al baño maría en el horno durante 40-45 minutos, hasta que al pinchar con un palillo este salga limpio.
Deja enfriar antes de desmoldar y sirve frío o a temperatura ambiente.